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Alejandro nació y creció en Guadalajara, México, se trasladó a Texas durante el bachillerato porque su madre era profesora bilingüe. De ella aprendió el amor por los idiomas y los viajes. En EE.UU. conoció por primera vez una comunidad multicultural y lingüísticamente diversa. Estudió en la Universidad Autónoma de Guadalajara y en la Universidad del Norte de Texas, donde obtuvo un título de Profesional Asociado en Administración en Sistemas de Información.
A mediados de sus 20 años, con una persistente pasión por los idiomas, decidió vivir una aventura en Italia durante seis meses. Alejandro se inscribió en Siena Italian Studies y aprendió sobre la historia de la emigración italiana y la historia de la UE. Con italianos como compañeros de piso, se sumergió de lleno en la lengua y la cultura. Esos seis meses se convirtieron en casi cuatro años de trabajo con la escuela y de enseñanza/tutoría de inglés y español por su cuenta. Fue el intérprete/traductor de facto, se encargó de los procesos de inmigración de los estudiantes extranjeros, colocación de estudiantes con familias anfitrionas y participo como voluntario en proyectos de servicio social de aprendizaje. No sólo fue un trabajo de ensueño, sino que le permitió conocer más culturas, idiomas y creencias.
Alejandro regresó a Estados Unidos y pasó diez años trabajando en restaurantes y bares. Como muchos otros, durante la pandemia de Covid-19, perdió su trabajo y necesitó reinventarse. Su mujer le sugirió la interpretación y él escuchó. El resto es historia. Se certifico como interprete judicial y del sector salud. Alejandro trabaja en todo el estado de Georgia e incluso viaja por todo el país para los tribunales de inmigración para ayudar al DOJ-EOIR.
Lingua Interpretation se esfuerza por ayudar no sólo a las personas físicas y morales, sino también a los futuros intérpretes a alcanzar su máximo potencial.